16 noviembre, 2018

Quedarnos en el lugar que elegimos

Imagen: Romilustraciones

Después de que mi abuelo falleció las hermanas de mi madre nos echan de la casa a ambas. Fue un momento muy triste ya que mientras mis primas veían películas yo juntaba las pocas cosas que teníamos con un nudo fuerte en la garganta, esperando que reaccionaran ante esa injusticia, pero no hubo ni un movimiento. De allí nos fuimos a la casa de un señor que terminó siendo la pareja de mi madre, pasan dos años, creo, cansada de la violencia que él le propinaba decide irse de allí.

Después de irnos de la casa de su pareja, nos mudamos una especie de departamentos que en realidad eran habitaciones amplias con baño, en ese momento no tenías cocina ni heladera, sólo un pequeño anafe para cocinar, tampoco teniamos sillas solo camas y ropa. Nos quedamos un tiempo, hasta que mi madre perdono a su ex pareja, volvimos a su casa pero la situación siguió de la misma manera. Nos mudamos a una casa, que tenia comedor amplio con cocina, habitación y baño; teníamos una cocina y heladera, estuvimos mas tiempo ahi pero como mi madre no pudo pagarlo nos tuvimos que ir, ni siquiera teniamos para comer ya.

Nos fuimos a otro creo que era por la zona de bosques, no recuerdo mucho el lugar, pero pronto nos fuimos. Mi madre conoció a una señora que al lado de su casa, en la que vivía con sus hijxs, tenia dos casillas, con el baño fuera de la casita, muchas veces mi madre sentía bronca porque podría estar en un lugar mejor. Seguimos hacia otro lugar, ya que esta señora había tenido unos entredichos con mi madre y nos tuvimos que ir muy temprano para que no hubiera ningun encontronazo.

Partimos hacia la zona de ardigo, teníamos un perro más todas nuestras pertenencias; el lugar tenía las mismas características que los otros lugares que alquilamos, habitaciones amplias una pagada a la otra, luego de un tiempo nos fuimos cansadas de que uno de los inquilinos este constantemente con la musiquita a cualquier hora. Recuerdo que ya en ese momento laburaba en el municipio de Florencio Varela, por lo cual pudimos conseguir un mejor lugar, no recuerdo el tiempo exacto en que estuvimos allí, pero antes de que mi madre se mudara yo había decidido independizarme de ella.

Entonces me fui a vivir junto a mi compañero, fui llevando mis cosas hasta que en un momento tenía todo ahí, si la ayude a mi madre a mudarse de ese alquiler para irse a otro. Al tiempo había un espacio para alquilar junto a una compañera, en un centro cultural, estuve allí hasta que me quedé sin laburo, hasta que renuncie mejor dicho, por lo cual volví junto con mi compañero que vivía en una casa grande junto a varixs chicxs, incluido su hermano, no quería regresar con mi madre. Allí estuvimos juntos un año, viviendo ajustados, con alguna ayuda que a veces nos daba mi madre, que siempre reprochaba. Pero afortunadamente conseguí un laburo, en el que a estas alturas permanezco, y nos mudamos solxs.

Después de dos años en un alquiler, al vencerse el contrato, empezamos a buscar otros, la búsqueda no es como las haciamos con mi madre, caminando sintiendo desesperacion al no encontrar algo, ahora es por internet, de forma más distendida. En unos días nos mudaremos, ya tendremos que comenzar a acomodar nuestras cosas.

Me gustaría pertenecer en un lugar sin pensar que hay fecha de vencimiento, que es tuyo pero que en realidad no, que cada dos años volvés a repetir ese círculo de busqueda sumado a los requisitos y todo lo que agregado a esto. Son muchas personas las que transitamos esto, creo que siempre unx desea poder tener una vivienda, que es mi derecho nuestro derecho, pero es cada vez más lejano. Esto no quita que hagamos todo lo posible en lograr conseguirlo, para quedarnos en un lugar, en ese lugar elegido, que va a ser propio.

Comments

1 thought on “Quedarnos en el lugar que elegimos

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *