Hoy decidí llamar a mi madre, solemos hablar por Whatsapp, pero hace tiempo que no escuchaba su voz. Nuestra conversación se sintió muy diferente, puntualmente me contaba que estaba trabajando todos los días, para lograr algo mejor para ella. Ella esta enfocada en este objetivo, me alegre y le transmití más fuerzas, se que lo lograra.
Creo que logré procesar ese enojo ante determinadas situaciones que viví con ella, o mejor dicho por parte de ella. Poder ponerlo en palabras fue un paso, y luego lo trabaje en terapia, para poder reconocer que por mi madre soy quien soy y he logrado también lo que tengo y me propongo por ella, por su crianza.
Ambas hemos vivido momentos difíciles, fuimos varias veces excluidas por su familia, no guardamos rencor pero no olvidamos. Estoy orgullosa de mi madre, es una mujer que da pelea, que lucha algo que me transmitió. Puntualmente recuerdo que alrededor de los años 1999 y 2000, se quedó sin laburo después de muchos años, le bajaron el sueldo hasta finalmente echarla. Esto no solo le ocurrió a ella sino a mucha gente, era plena crisis económica, que afectaba a los que menos tienen.
Ella nunca dejó dejo de caminar buscando recursos para subsistir, surgió anotarse en un subsidio “el jefas y jefes de hogar” cobraba 150. Siguiendo en la búsqueda, a través de ese plan entró a trabajar en el área de limpieza, me acuerdo patente que se iba en tren, se colaba, porque no alcanzaba para el pasaje, salía muy temprano y volvía muy tarde. Incansable trabajaba los días de semana y fin de semana, comenzó a hablar con gente del hospital, hasta que un día le ofrecieron un puesto en el área de laboratorio del nosocomio. Ella me transmitió su lucha incansable.