La celebración se iba armando días antes, me acuerdo a mi abuelo trayendo un lechón la preparación que llevaba dos días, lo dejaba reposar todo una noche. Mi abuela preparaba la ensalada de frutas en varios baldes, y hacia también el resto de las ensalafas. La mesa larga la preparábamos nosotras (se dejaba un plato de mas) tías, primas, etc. Siempre estrenamos ropa para esa ocasión, y cuando éramos más pequeñas armabamos una coreografía, simplemente bailábamos. Cabe agregar que se armaba un árbol navideño grande, que tenía un pesebre y había regalos para cada intrgrante de la familia. Con el correr de los años se fue achicando todo, se fueron rompiendo vínculos y teniamos ausencias.
Las fiestas fueron cambiando a lo largo de los años, al principio iban todes les hermanes de mi madre, pero al haber desacuerdos en los últimos años algunos ya no participaban. Con el fallecimiento de mi abuelo se hizo más triste, era previsible que mi abuela se fuera a dormir antes de las 00 horas y les demás no sabíamos cómo seguir. Entiendo que cada persona vive diferente un duelo pero parecía que si sonreirás no tenías respeto por mi abuelo, cosa totalmente disparatada pero bueno.
Fui creciendo quitándole el peso a tanto mandato, me refiero a cómo celebrarlo, hace unos años odiaba está fecha pero le quite peso. Le di mi propia identidad, disfrutar con quién esté a tu lado en esta fecha y siempre; con quiénes compartis las luchas codo a codo. Son encuentros que los planeamos con quiénes elegimos o no, pero lo más importante es compartir y disfrutar el momento. Después de estas fiestas, de estos momentos, seguiremos como siempre en la lucha.