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Hace pocos años me pude conocer y querer a mi misma, aunque a veces tambaleó en esa aceptación.
Es muy difícil erradicar el modelo de belleza que se te impone y ser fuerte para no caer en bordes que te hagan daño.
A veces no es palpable todo el daño que pueden ocasionarte compañeros de la escuela a nivel psicologico. Recuerdo ser una chica tímida retraída, a la que su prima la protegía de que le preguntaran sobre sus orígenes, que se sepa que mi madre era soltera era medio tabú por así decirlo.
Siempre en esa etapa viví constante hostigamiento y no tenía forma ni herramientas para pedir ayuda. Patente se me viene a la cabeza un compañero que hizo un concurso de “la más linda” y “la más fea, y subido a un banco expreso quien había ganado yo “gane, era la más fea de mi curso”. Otra escena en la que este compañero me empuja y no me deja entrar al aula, cuando ve que tengo el brazo en la abertura de la puerta atina a apretarme el brazo sobre la misma.
No era nada agradable la escuela pero era una escapatoria por unas horas de una tía maltratadora. Con todo esto mi autoestima estaba en el piso, se imaginarán que llegado la adolescencia fue peor, ya que era flaca sin curvas y eso no era lo “mejorsito”.
En la secundaria fue más difícil cuando nadie se quiere compartir el banco del aula con vos es doloroso, tener que andar de banco en banco rogando que no me corrieran. Mi prima ya tenía armado a su grupo por lo que no me incluía, ya que ella estaba ya tenía un grupo propio. Entonces en eso me empecé a hablar con una chica a la que le decían “la rapidita” recuerdo a mi prima diciéndome que tenga “cuidado”, fue la única persona que me incluyo en la escuela y en su familia.
Después me “integre” con las amigas de mi prima, las cuales en diferentes situaciones me culpabilizaban ante “sus travesuras” delante de sus padres, así que yo era la peor la mala junta la borracha la puta. Una vez hablaron con un chico con un red social haciendole creer que iba a conocer a una de ellas y a mí me engañaron diciendo que me quería conocer a mi. A el chico le salio decir que le gustaba ella pero que yo estaba bien, “si estaba bien”.
Siempre supe encontrar recursos para salir de esas situaciones y mantenerme fuerte, la mayoría de las veces buscaba un lugar para llorar un rato, lo que me ayudaba a seguir. Me causaron mucho dolor inclusive ahora que escribo estás líneas me angustia y da bronca.
Esto situaciones se plantaron de raíz adentro mío, por lo que me costó mucho todo, me costó poder visualizar que alguien se enamorara de mi, que era posible tener amigues, que podía acceder a la universidad y que me podría ir bien. Todavía sigo utilizando herramientas para no decaer para seguir adelante, es una alegría llegar hasta donde estoy hoy, es algo que nunca me imaginé, para mí es un montón, más que puedo alcanzar lo que quiero y ser quería antes sobre todo quererme.