El claro luminoso del sol,
cayendo sobre la penumbra
de unos rayos acuarelas,
que se apuestan a desaparecer
en la levedad de una calma tibieza.
Detrás del cielo se pinta,
de un naranja rojizo,
que nos hace imaginar
un amanecer pincelado
sobre una superficie vidriada
nos transparenta,
en una estación del tiempo
que esta en marcha.