11 junio, 2018

Abrir los ojos

Era sábado salí con unos/as conocidas fuimos a un resto bar, localizado en el centro de mi ciudad de origen. En la barra comencé a hablar con un chico, me dijo su nombre y que tenía 30 años, yo creo que tenía 20 o 21 años. Después de un rato decidí irme con él, pese a la mirada juzgadora de las personas con las que salí, nos fuimos en un remis esa noche había mucha niebla (era como una pared), llegamos a la casa abrió un portón pasamos por un ancho pasillo y entramos a la casa. Era pequeña con una cama de una plaza y una tele, esa madrugada estuvimos juntos por primera vez. A la mañana muy temprano fuimos a la remiseria a buscar un auto, cuando llegamos a la puerta de mi casa nos dimos cuenta que vivíamos cerca.

Después nos empezamos a mensajear a ver algunos días en la semana pero a medida que transcurria el tiempo comenzamos a vernos viernes o sábados a la noche, siempre fue a la noche, nunca salimos a ningún lugar, siempre estabamos ahí en la pieza.

Era la primera vez que, para mí en ese momento, tenía interés en mí que me quería conocer, me enamore de él tan fuertemente a medida que paso el tiempo. Puntualmente confiaba mucho en él, sus acciones siempre eran las adecuadas, no notaba defectos en él. Recuerdo que en ese momento vivíamos en la casa de la pareja de mi madre la cual la violento a ella e intento golpearme a mí, se lo conté a él capaz que la palabra que utilizó fue más cercana a “garrón”. Mi madre decidió mudarse, nos fuimos a una casita en la que había muchas piezas para alquilar, pero logramos mudarnos.

En ese momento había conseguido un trabajo en quilmes de volantera, no ganaba mucho pero era algo, una vez él me dijo de vernos fui a la casa en un remis en esa oportunidad me pidió dinero para darle a su madre para pagar la luz. Llegue a su casa y fuimos con su pequeño auto (lo digo así porque no recuerdo el modelo) paramos en un bar, bajo y entró al lugar pensé que conocería a su madre estaba re ilusionada pero no sucedió. Después se siguieron dando esas situaciones en las que no llegaba y necesitaba dinero.

En paralelo comencé la facultad, me acerque a la militancia y había empezado a asistir a reuniones los fines de semana pero me iba temprano ya que si era sábado él me llamaría para encontrarnos entonces tenia que estar en mi casa. Muchas veces esperaba toda la noche su llamado pero no pasaba, más de una vez me mandó un mensaje para que nos encontremos pero no me podía ir a buscar porque se le había roto el auto, “yo le decía que era muy tarde” pero él me insistía “pero no querés verme” entonces me iba a la noche caminando muchas cuadras rogando llegar y muchas otras me he tenido que ir a la madrugada por cualquier cosa…

Una vez se dio que teníamos una reunión con cena y después fiesta era para un sábado pero entre en una sensación de culpa ya que era el día en que me encontraba con él, recuerdo que me encontré con él el viernes. Al día siguiente fui a la reunión y después a la fiesta, le había contado estas situaciones a una compañera y me dijo “no vayas cuándo él quiere” me empezó a mandar mensajes para vernos esa noche entonces invente una escusa que estaba cansada, me acompañaron a la parada y me subí al talp para ir a Fcio. Varela llegue a las 6am era de día, camine hasta llegar a su casa. Esa mañana estuvimos juntos ahí comenzó a decirme “de no usar preservativo, de que ya estábamos hace tiempo juntos” y cuándo mi cara dudo expreso “¿o vos salís con otros” le dije “noo yo te quiero a vos”. Cedí y cada vez que estábamos juntos nonos cuidábamos, dude pero no podía decirlo ya que sino se enojaría…. fui aceptando sin ninguna objeción al tiempo me enteré que estaba embarazada…

Cuando escribi el primer parráfo fuí recordando más situaciones de violencia que esta persona oprimia sobre mí, las cuales eran muy sutiles al principio pero fueron acrecentandose tenía miedo de perderlo no le notaba defectoa creí que así era el amor o una relación de pareja por un momento pensé en seguir apostando a la relación. Recuerdo que a medida que pasaron los dias fuí visualizando y salí definitivamente de ese circulo de violencia. La última vez que lo ví no sentí nada por él ni odio ni una pizca de amor.

 

 

written by veronica - Posted in Momentos

Comments

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *