Cuando falleció mi abuelo, mis tías nos echaron de la casa a mi y a mi madre. Está última estaba conociéndo hace unos días, un hombre, que le había mostrado una casa para alquilar, pero no la podíamos pagar. Ese día guardamos las cosas que teníamos (ropa) y nos llevamos una cama y un colchón. Ella llamó a este señor que llegó con un flete, en el cual subimos las cosas y nos fuimos a vivir a su casa. Allí vivimos un par de años, por unos meses me dediqué a estudiar, por lo cual viajaba mucho a La Plata. En otro momento, tuve que dejarlo para empezar a buscar…
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